El Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa lleva más de diez años investigando el envejecimiento desde un enfoque multidisciplinar. Así, las investigaciones que se impulsan desde el Instituto abarcan desde el conocimiento de su origen (usando modelos animales, aproximaciones moleculares y métodos de biología computacional) hasta el impacto que distintos determinantes ambientales y de calidad de vida tienen en el envejecimiento saludable en personas de la Comunidad Autónoma Vasca. A lo largo del año pasado lo celebramos con varias actividades, con el colofón de La Semana del Envejecimiento en octubre. Ahora, hemos recogido en una memoria los hitos principales de esta estrategia de investigación en envejecimiento que llamamos IKAGURE.
Itziar Vergara, Directora Científica del Instituto recuerda aquella primera reunión “Recibimos una convocatoria para reflexionar sobre la investigación en envejecimiento. Julio [Arrizabalaga, Director Científico en aquel momento] nos mostró una diapositiva de un árbol y nos lanzó una idea que nos ha traído hasta aquí. Una idea tan sencilla como poderosa: nos vamos por las ramas”. Explica que “En el campo del envejecimiento, el personal investigador y las instituciones dedicamos nuestro esfuerzo a investigar en los fenómenos derivados del proceso de envejecer o en enfermedades ligadas al envejecimiento”. Así, “Hace diez años se nos lanzó el reto de centrar nuestra atención en el tronco de aquel árbol. De profundizar en los mecanismos comunes al proceso de envejecer. Y gracias al liderazgo y la ilusión de la Dirección y de un puñado de investigadores/as hemos llegado hasta aquí.”
El envejecimiento se acompaña de una serie de cambios fisiológicos que llevan a una pérdida progresiva de adaptación a las demandas del medio y a un aumento de la vulnerabilidad. Esta progresión conduce con frecuencia a una situación de fragilidad caracterizada por la disminución progresiva de la capacidad de reserva y adaptación, que puede progresar a la discapacidad y la dependencia, a la hospitalización temporal, el empleo intensivo de recursos sanitarios, la institucionalización prolongada y a la muerte.
Todos los escenarios demográficos de futuro, incluso los más optimistas, muestran la modificación de la estructura de edades que se está produciendo en la población vasca. De hecho, si en 1995 los mayores de 65 años representaban un 15% de la
población, en el año 2025 dicho porcentaje rondará el 25% y en 2050 superará, en las hipótesis más favorables, el 35%. Estos datos demuestran que el envejecimiento de la población puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y el desarrollo
socioeconómico. Sin embargo, también constituye un reto para la sociedad, que debe adaptarse al mismo para mantener al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación social y su seguridad, sin poner en riesgo el equilibrio socioeconómico-sanitario de los Sistemas Nacionales de Salud.
Por todo esto, el desafío al que nuestra sociedad y la ciencia en particular ha de dar respuesta es el del envejecimiento de la población, entendido no como un mero aumento de la longevidad, sino la búsqueda del aumento de la esperanza de vida saludable, es decir, un retraso en la aparición de las patologías asociadas al envejecimiento y de la discapacidad generada por las mismas.
La investigación en envejecimiento como área de conocimiento transversal, es una de las señas de identidad de nuestro Instituto y ha dado muchos resultados. Hemos creado un equipo de investigadoras e investigadores de diversas disciplinas y con experiencia en campos muy variados que nos ha permitido captar fondos para financiar 125 proyectos, realizar 242 publicaciones, generar 11 patentes, crear una colección de datos y muestras y construir una cohorte, participar en redes como CIBERFES y RICAPPS que nos han conectado con investigadores de otras instituciones, formar investigadores (54 tesis, 17 con mención internacional) y sobre todo, acercar todo este conocimiento a las personas que se pueden beneficiar del mismo.
Para acercar el trabajo que realizamos a la ciudadanía, hemos realizado varias acciones, entre otras, la iniciativa Parkzientzia junto la Fundación Asmoz para promover la capacitación científica en salud y fomentar la participación ciudadana en escolares y personas mayores; el proyecto Adinpart de participación ciudadana en la investigación en envejecimiento junto con la Asociación Nagusilan, la Fundación Aubixa y la Fundación Más que Ideas, talleres realizados en el Instituto o charlas divulgativas en varios formatos e iniciativas.
No cabe duda que esta estrategia que se puso en marcha hace diez años ha sido un éxito y el Instituto seguirá profundizando en este camino. Así, se seguirá investigando en envejecimiento y explicando a la ciudadanía los resultados obtenidos.