El viernes, 18 de Diciembre, se ha celebrado el día Nacional de la Esclerosis Múltiple. Con tal motivo, el grupo de Esclerosis Múltiple del Instituto ha colaborado en la iniciativa que se ha llevado a cabo desde la cuenta de divulgación científica @bioaprender, que actúa mayoritariamente en Instagram, para dar a conocer una pequeña parte de la enfermedad a los seguidores de la misma.

En concreto, por parte del Instituto han participado las jóvenes investigadoras Miriam Gorostidi y Andrea Iribarren, quienes de forma sencilla han explicado dos de las líneas de investigación en las que están trabajando actualmente, la “Microbiota y el microbioma” y el “Envejecimiento acelerado” en la Esclerosis Múltiple (EM).

La EM se expresa de manera muy diferente en cada paciente, razón por la cual se le conoce como la enfermedad de las mil caras. Por ello, el abordaje de esta enfermedad desde un enfoque personalizado es crucial y debería de ser uno de los retos de la medicina actual.
Por suerte, los estudios y resultados obtenidos en los últimos años podrían facilitar este abordaje personalizado de la enfermedad mediante diferentes factores, entre los que se encuentra la Microbiota Intestinal (MI), la cual se compone por miles de microorganismos y se ha demostrado que presenta una alteración o disbiosis en varias enfermedades (varios tipos de cáncer, alergias, Alzheimer… y la EM). Si te interesa conocer las técnicas de secuenciación de ADN que se utilizan para caracterizar el Microbioma (genoma de la MI) o cómo se pueden revertir las alteraciones de la MI, para así disminuir los síntomas de la enfermedad y mejorar la vida de los pacientes, te interesará esta la aportación de Miriam Gorostidi.

Por otro lado, siguiendo la línea de investigación del envejecimiento, transversal en todo el centro, se planteó el estudio de cómo este proceso afecta a los pacientes con EM. Si quieres conocer más acerca del envejecimiento acelerado del sistema inmunitario, o si te preguntas, si el sistema inmunitario de un paciente con EM envejecerá antes que el de una persona sana, Andrea Iribarren presenta aquí sus reflexiones.

Este tipo de iniciativas tuvieron su origen en el movimiento que surgió nada más salir de la cuarentena, #SinCienciaNoHayFuturo donde jóvenes investigadores, a través de distintas cuentas @BioAprender @BioEmprender @BioInvertir… etc., se dedican a la divulgación científica por redes sociales, como Instagram o LinkedIn.